El Corpus Christi o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, es una celebración de la Iglesia católica que honra el santo sacrificio de Jesucristo o Eucaristía.
Tiene como principal objetivo recordar el cuerpo y la sangre de Cristo a través del Santísimo Sacramento.
En México la celebración ocurre el jueves siguiente a la octava de Pentecostés, fecha que se toma después de la reforma litúrgica del Concilio de Vaticano II.
Origen del Corpus Christi
El origen de la festividad se ubica en la Edad Media, específicamente, en el año 1208. Ocurrió gracias a santa Juliana de Mont, perteneciente a la Abadía de Cornillón, quien dedicó gran parte de su vida a promover la celebración del santo sacrificio de Jesús.
De esa manera, el Corpus Christi se conmemora por primera vez en el año 1246 en la diócesis de Lieja, ubicada en Bélgica.
El milagro de Bolsena
En el año 1263 ocurrió el “milagro de Bolsena”. Se trata de la historia de un sacerdote que tenía dudas sobre la presencia de Jesús en la eucaristía, posteriormente, al romper la hostia consagrada, consiguió que brotara sangre de esta.
El hecho fue un impulso para que se estableciera la celebración del Corpus Christi de manera definitiva dentro de la Iglesia católica.
En el año 1264, el papa Urbano IV instituyó oficialmente la fiesta para el 8 de septiembre, mediante la bula Transiturus hoc mundo. Para la fecha, le fue encomendado a Santo Tomás de Aquino la creación de himnos y oficios litúrgicos que perviven con nosotros hasta hoy.
Significado del Corpus Christi
El significado de esta fiesta católica reside en celebrar el Cuerpo y la Sangre de Cristo presente en la Eucaristía, también llamada el Santo Sacrificio. De esta manera, los fieles devotos a Jesús comulgan con él.
Históricamente, se cree que este acto ocurrió el Jueves Santo, durante la Última Cena de Jesús con sus discípulos.
Jesucristo convirtió el pan en la representación de su cuerpo y el vino en la representación de su sangre, invitando a sus discípulos a que comieran y bebieran de él.
Es un acto que precede al santo sacrificio de Jesús en la cruz y, por lo tanto, venera su santidad como representante de Dios en la tierra.
En Lucas 22:19-20 se describe de la siguiente manera:
También tomó el pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo: —Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí—.
De la misma manera tomó la copa después de la cena, y dijo: -Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes-.
En México, al igual que en otros países de Latinoamérica, la celebración del Corpus Christi se realiza con procesiones diversas.
Es costumbre que para este día los niños sean vestidos de “inditos”. El traje consiste en portar una camisola de manta y un bigote pintado con corcho quemado. Las niñas llevan una falda, también llamada chincuete. Ambos adornan sus vestimentas con guaraches y cestas llenas de fruta o golosinas.
La costumbre data de los primeros pobladores, que en los días de la fiesta, llegaban al centro de la ciudad, acompañados con sus mulas, adornadas con flores o telas de colores. Estas, a su vez, cargaban mercancías para ser vendidas a los habitantes.
En México este día también es conocido como el Día de las mulas. Es tradicional encontrar, en las afueras de los templos religiosos, mercados donde se venden estatuas de mulas hechas de barro o de palma.