El Corpus Christi o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, es una celebración de la Iglesia católica que honra el santo sacrificio de Jesucristo o Eucaristía.
Tiene como principal objetivo recordar el cuerpo y la sangre de Cristo a través del Santísimo Sacramento.
Se celebra el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad que, a su vez, es realizada el domingo posterior a Pentecostés.
El Corpus Christi, ocurre 60 días después del Domingo de Resurrección.
En España, la celebración se traslada del jueves al domingo desde el año 1989 por acuerdo del Gobierno de España con la conferencia episcopal.
Por lo tanto, es una fecha de tipo móvil dentro del calendario de días festivos y depende de la fecha en la que ocurre el Jueves Santo.
Origen del Corpus Christi
El origen de la festividad se ubica en la Edad Media, específicamente, en el año 1208. Ocurrió gracias a una religiosa conocida como santa Juliana de Mont, perteneciente a la Abadía de Cornillón, y quien dedicó gran parte de su vida a promover la celebración del santo sacrificio de Jesús.
De esa manera, el Corpus Christi se conmemora por primera vez en el año 1246 en la diócesis de Lieja, ubicada en Bélgica.
El milagro de Bolsena
En el año 1263 ocurrió el “milagro de Bolsena”. Un sacerdote tenía dudas de que la presencia de Jesús estuviera en la eucaristía, y al romper la hostia consagrada, brotó sangre de esta.
El hecho fue un impulso dentro de la Iglesia católica para que se estableciera la celebración del Corpus Christi de manera definitiva.
En el año 1264 el papa Urbano IV instituyó oficialmente la fiesta para el 8 de septiembre, mediante la bula Transiturus hoc mundo. Para la fecha, le fue encomendado a Santo Tomás de Aquino, la creación de himnos y oficios litúrgicos que perviven hasta hoy.
Significado del Corpus Christi
El significado de esta fiesta católica reside en celebrar el Cuerpo y la Sangre de Cristo presente en la Eucaristía, también llamado el Santo Sacrificio. De esta manera, los fieles devotos a Jesús comulgan con él.
Históricamente, se cree que este acto ocurrió el Jueves Santo, durante el desarrollo de la Última Cena de Jesús con sus discípulos.
Jesucristo convierte el pan en la representación de su cuerpo y el vino en la representación de su sangre, invitando a sus discípulos a que comieran y bebieran de él.
Es un acto que precede al santo sacrificio de Jesús en la cruz y, por lo tanto, venera su santidad como representante de Dios en la tierra.
En Lucas 22: 19-20 se describe de la siguiente manera:
También tomó el pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo: -Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí-.
De la misma manera tomó la copa después de la cena, y dijo: -Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes-.
En las ciudades de Sevilla, Granada y Pontevedra, la celebración se realiza tradicionalmente con procesiones el día jueves. Estas son acompañadas con altares religiosos adornados con flores y arcos de ramas verdes.
En ciudades como Toledo, la conmemoración es una de las festividades religiosas más antiguas e importantes del territorio. La procesión del Corpus es adornada con guirnaldas, flores y faroles.
Las puertas y las ventanas de las casas más antiguas son decoradas con insignias tradicionales, como estandartes y tapices del siglo XVI.
En Salamanca, en la ciudad de Bejar, la procesión del Corpus está acompañada por los “hombres de musgo”. Se basa en una leyenda que data del siglo XII, en la que los hombres cristianos recuperaron el dominio de la ciudad (sometida al imperio musulmán), llenando sus ropas de musgo.
En Galicia las liturgias del Corpus son embellecidas con plantas y flores. En el siglo XVI, se utilizaba hinojo para ser esparcido por el suelo de la catedral de Santiago de Compostela, la costumbre se hizo muy popular y se extendió por numerosos lugares en Galicia.